viernes, 27 de enero de 2017

De la ansiedad a la salud integral




Hoy os recomiendo un libro que, pese a ser el primero (de muchos, espero) es magnífico: “Yoga y Ayurveda: de la ansiedad a la salud integral”, de Violeta Arribas, maestra espiritual y Directora de Padmasana Center en Madrid.

Merece la pena tenerlo en la biblioteca. Como libro de cabecera y de asesoramiento. Se puede leer por partes (de hecho, lo más recomendable), a ratos y dependiendo del interés de nuestra consulta, así es de versátil.

Es muy buen libro, no sólo porque es muy “holístico”, sino porque es al mismo tiempo ameno y –más importante-, didáctico y descifrable para todo tipo de practicantes del yoga (tanto hatha como raja), desde los principiantes hasta los más experimentados o, simplemente, para aquellos que quieran mejorar su alimentación, o liberarse de la ansiedad, o mejorar su nivel de energía positiva y contento interior.

Como dijo Danilo Hernández (Swami Digambarananda Saraswati) en el acto de presentación de este libro y lo recuerda en el prólogo, ésta es una obra global pues trata tanto la ciencia del yoga, como la medicina Ayurveda, algo que hacía falta en la literatura española sobre estos temas ya que no se había abordado conjuntamente. Y ambas ciencias caminan íntimamente de la mano, deben incorporarse a la vida de cualquier practicante de yoga.

Más aún. El acercamiento de la autora es ameno y facilitador, sencillo y apasionado. Cuando un libro aúna estas características no es sino porque su autora es la gran experta que vuelca su profundo conocimiento en la materia haciéndolo accesible a cualquier lector.

Desde la introducción, plástica y muy sentida, hasta la cuidada presentación del libro, la elaborada división de la obra, que se divide en dos grandes bloques (el teórico y el práctico), subdivididos cada uno en tres partes (que se repiten en los dos bloques anteriores pero se afrontan desde distintas aproximaciones), hatha yoga, raja yoga y ayurveda. Engloba temas que, normalmente, aparecen dispersos en distintos libros: tablas de asanas para la práctica en casa, menciones explicativa a cada una de las posturas y su significado y beneficios, pautas de medicina y comidas ayurvédicas, métodos de purificación corporal para la pacificación de cuerpo y mente y por fin, teoría y práctica de la meditación.

En definitiva, todo un regalo de una gran maestra para la mejora “del arte de vivir con plenitud que es el yoga” (como señala ella en algún lado del libro).

Un libro de grandes enseñanzas para los que estamos llenos de buenos propósitos.

martes, 17 de enero de 2017

Descubriendo mindfulness




"Tú eres valioso, precisamente lo que te hace valioso es todo lo que te diferencia del resto: préstate atención y descubre tu felicidad"


Cualquier proyecto sin duda sale adelante con las mejores medallas si uno ha trabajado previamente (y se ha trabajado internamente), con tesón, esfuerzo e ilusión hondas. Hay una frase (que no es inédita) recurrente que aplico en mi entorno más cercano y, ahora, la comparto con vosotros lectores porque la experimentamos cada día: el que bien siembra, recoge.  

 



 Puede que un día tú también sueñes con lograr un objetivo (las razones, pasado el tiempo, adquieren menos importancia). El sueño puede ser grande, pero si no te amilanas te descubrirás siendo otra persona (y seguro, una mejor persona). Intuirás una especie de revelación: que el camino hacia la felicidad no es otro que aceptar, meditar, estar presente todo lo que se pueda, escuchar y amar.

 

Con estas claves, poco a poco el cosmos te restaura.

 

Los descubrimientos a través del yoga a lo largo de estos años han ido dando su provecho. Los comienzos fueron de expectación pura, pues no sabía en qué consistía el yoga, ahora bien, estaba preparada y el “maestro” apareció. Siendo aplicado y siguiendo ciegamente las instrucciones, mi/tu entendimiento irá cambiando intuitivamente.

 

La magia de la meditación.

 

Es el camino que nunca termina pero que te transforma sin pretender. Se asoman cambios y son irremediables.

 

Van surgiendo experiencias internas. El mundo vivo se aparece por defecto cada vez que caminas, escuchas a los que amas y te rodean, los problemas y recodos del camino no te perturban (o, de hacerlo, influyen menos).

 

Uno va oncibiendo sin ápice de duda cuáles son sus prioridades y, siempre, éstas tienen que ver con pacificarse con uno mismo, o compartir sencillas caminatas o excursiones con la familia, o reír con amigos, o disfrutar del arte, o no importar lo que digan o hagan aquéllos que no merecen la pena. Y, ¡qué curioso…! De pronto el mundo se te revela de otra manera, bellísima, única, especial… y los campos, el viento en la cara, el sol en las mejillas, las risas de los niños o el despertar de los pájaros están integrados de tal manera en uno que automáticamente se sienten, se está con y en ellos sin pretenderlo ya. Y de repente la vida cambia, los astros se alinean hacia lo  que deseas íntimamente, y se te ofrecen, y tu micro-mundo se transforma para desvelarte el secreto que llevabas dentro (tu verdad) contra la que tanto luchabas. Y retomas aficiones olvidadas, tan gratificantes, tan sencillas, y adviertes el movimiento de la tierra y de los seres que la habitan, y en el resto (lo accesorio) ni te fijas siquiera…  Entierras pasiones patológicas y desanudas actividades o aficiones bellas y reconfortantes que provocan la meditación en la acción y una honda felicidad. Es decir, tu ser te indica el camino para su felicidad y mayor tranquilidad ¡qué curiosa es la vida!.

 

Y no tienes miedo (o al menos no es paralizante) porque nos pueden cerrar puertas pero se abren ventanas, porque lo que acontece es lo correcto. Estás en tu centro y muchas menos situaciones te mudan de él y eso es lo que, en última instancia, te da la felicidad y una profunda libertad.

 

Y tu ego estará contigo y no en contra tuyo, de manera que no habrá sufrimiento. En la vida habrá dolor, sí, es inevitable, es un proceso natural y biológico, pero no sufriremos. Educando el estar consciente en el hoy y el ahora se puede plantar cara al sufrimiento. Porque éste es la interpretación psicológica de ese dolor (los animales no sufren, no traducen, están en permanente meditación) la que nos enreda y se interpone en cualquier proceso de duelo (dolor) natural. Las reformulaciones negativas de nuestra mente son nuestra condena al sufrimiento constante, y estos pensamientos no tienen fin, es una espiral viciosa ¡cuidado!. 


Pero podemos parar esta dinámica con la meditación desde hoy mismo y hacer que nuestro cerebro interprete las situaciones de forma sanadora.

 

Pero es que hay más: el sentimiento de gratitud hacia tu vida es mucho más profundo, palparás lo afortunado que eres por vivir, por permanecer en un estado más pletórico y “real”, por el regalo de hijos, familia, amigos del alma, por la bondad de unos padres en su vejez, por sentirte vivo. 

 

¿Y qué queda por delante? Nada más y nada menos que simplemente caminar y disfrutar de nuevas confidencias que la vida quiera proponerte. Keep growing, te mereces regalarte armonía y felicidad!!!.

 

jueves, 12 de enero de 2017

Eras nube




Eras dulce de nube
rostro fresco y orondo
tus ojos de azul mondo,
el ángel que retuve.
 
Eras espuma de mar,
de azúcar tu mirada
de besos tu pisada
de paz me habrás de colmar
 
En mis brazos dormías
¡cuánto bebé para amar!
y el cielo se me abría:
eras pastel de azahar.

jueves, 5 de enero de 2017

Ser niño hoy es cosa de adultos





Tenía que decidirse entre una cosa a la que se había acostumbrado y una cosa que le gustaría tener” (El Alquimista. Paulo Coelho)

Fue un artículo que leí hace tiempo. Básicamente dice que en España nuestros jóvenes representan lo contrario que sus padres. Éstos últimos fueron niños de la posguerra y se vieron abocados a una juventud muy breve ya que las circunstancias les exigían crecer deprisa y pasar a la edad adulta antes de tiempo. Al revés que los adolescentes de hoy en día: se hacen adultos e independizan mucho más tarde, lo que no es neutral, les genera más frustración, sentimiento de (además del problema social aparejado).

Las generaciones de jóvenes actuales son inteligentes, tienen un nivel de educación muy por encima de los progenitores en muchos casos, así como una vida razonablemente cómoda en la mayoría de los casos, pero hay un halo de desgana que no cesa en ellos, una inactividad cultural mayúscula, lo que genera apatía, desorden, baja tolerancia a la frustración y poca eficiencia en la resolución de conflictos (nunca se han visto en situaciones reales con las que enfrentarse y crear una solución de salida válida). Una vida fácil en casa y una transición a la vida adulta retardada predispone a estos jóvenes a una incapacidad de ser responsables y autónomos. Hablo en términos generales y por tanto, excluyo a todos aquellos de nuestros jóvenes de altas capacidades personales, intelectuales y sociales que quedan eximidos de este discurso.

Sin perjuicio de que las condiciones socioculturales y económicas de cada país influyen en estos datos, parece que , en concreto, la familia española es excesivamente paternalista y educa a los hijos en un mundo en el que se evaden los problemas y no exige mucho a quienes deberían ya haberse independizado. Fomentamos un sistema “pasivo”, tanto desde casa como desde el método educativo tradicional. No se enseña a tomar decisiones (se enseña a obedecer), ni se educa la inteligencia ejecutiva (el talento) en los adolescentes. Y cómo lo hagamos es determinante para la correcta madurez de nuestros vástagos.

Primero, en el compromiso: si no se valora y estimula desde el hogar la natural emancipación, estarán a la “sopa boba” en casa pues no sienten que tienen nada que luchar. Hasta que salen del nido deben y tienen que apoyar, colaborar, ayudar a sostener el grupo, es decir, exigirles formas de compromiso en tanto en cuanto permanezcan con nosotros, porque son de absoluta importancia para su futuro social y personal, junto con su capacidad de discriminación, correcto dilucidar y estar centrados consigo mismos.

Segundo, eduquémosles determinadas competencias necesarias para completar una maduración adecuada en relación con su entorno exterior. Y hay que fomentarlas en el entorno familiar (que no es sino el tablero de juego en el que ellos experimentarán sus relaciones personales en un ambiente de amor y tolerancia). Éstas son: la capacidad de análisis (hablamos de observación, introspección, comparación y evaluación del entorno), empatía, ilusión (amar la vida apasionadamente), recursos personales (sentido crítico para elegir rectamente con quien se rodean y extraer conclusiones). Elegir, como hemos visto, es tomar decisiones en valores (universales).

No debemos permitir que les inunde la desafección por el mundo que les rodea porque la apatía mata el espíritu innovador y decidido, bloquea, no moviliza las pasiones, ni empuja a la acción. Responsabilizarles, capacitarles, apasionarles es una tarea que nos corresponde a nosotros para evitar una obsolescencia programada en nuestros hijos y jóvenes.