martes, 25 de julio de 2017

DIME QUE ME QUIERES. UN PUÑADO DE CONSEJOS PARA PADRES.







  • Cuando tu hijo te quiere hablar, deja de lado ostensiblemente lo que estés haciendo y escúchale siempre. Tu disponibilidad en los primeros “mamá/papá mira lo que he hecho”, “mira este dibujo” es el futuro “mamá/papá me siento triste porque fulanito me ha insultado” o “fíjate lo que hace Zutanito en clase y con quién va”.
  • Y si tu hijo te está hablando, no le interrumpas. Esa puntualización (que tú crees necesaria) le inutiliza y hace pensar que no sirve su argumento. Lo que queremos es que nos hablen, ¿no?, si les cortamos la disertación, ¿qué interés tendrán la próxima vez?
  • Tus hijos hacen las cosas mejor que nosotros (padres). Confía en ellos. Aunque nosotros (padres) tenemos toda la sabiduría y visión de la jugada, de la vida, de la experiencia.
  • Mira lo que tus hijos hacen bien, así te animarás cada día, ¡te sorprenderá lo numerosas que son!
  • Vete un rato con cada uno de tus hijos por separado. ¡Lo recordarán toda su vida!
  • Pide perdón a tus hijos siempre que sientas que lo has de hacer. Verán que eres humano.
  • No sermonees sobre el respeto, la honestidad, la generosidad, la humildad, el esfuerzo: sé honesto, humilde generoso, respetuoso y esforzado.
  • Saluda a tus hijos siempre, da los buenos días, tardes y noches. Si lo haces por educación con un tercero, qué menos que dedicarlo a tu hijo
  • Comed padres e hijos juntos varias veces por semana. Que sea una costumbre inquebrantable.
  • Sé sincero contigo mismo y pregúntate si, a veces, el inaguantable eres tú (y tus hijos tienen que tolerarte… ¡y siempre lo hacen sin poner en entredicho la cara que tienes!)
  • La mayoría de las discusiones entre padres e hijos no es por los modales, la (des)obediencia, las malas contestaciones, es por las diferencias entre generaciones.
  • Si regañas a tu hijo, hazlo sonriendo. No significa que te estés riendo de la situación, sólo le pones un gesto amable a una situación difícil para él.
  • Si quieres que tu hijo se comunique sobre sus cuestiones más íntimas, ponte de su lado y dile, lo primero, “no sabes lo mucho que te entiendo” (tendrás todas las puertas abiertas a su corazón).
  • Cuando hayas discutido con tu hijo, reflexiona sobre el tono, la fiereza, las palabras utilizadas, ¿ha merecido la pena?.
  • Regálales tu tiempo, no les compres cosas. Su frase preferida (que van perdiendo conforme se hacen mayores) es “juega conmigo”. ¡Haz que te repitan esa frase aunque se vuelvan adolescentes!
  • Explícales repetidamente que regañarles no es por lo que “son”, sino porque hay actuaciones suyas que necesitan pulirse y mejorarse, que les sigues queriendo infinito. A veces no les queda tan claro y necesitan tener la seguridad de que se les quiere como son y en todo caso (independientemente de la filípica).
  • Cuando no quieran hablar contigo y estén realmente ofuscados, dales espacio, acepta, no indagues (no es el momento). Escríbeles unas líneas diciendo que les quieres aún más cuando no te quieren ni ver.
  • Medita con tus hijos. Elabora momentos de quietud con ellos. Acompáñales en el proceso dirigiendo su sentir a lo bueno que son y tienen dentro.
  • Enséñales que la felicidad está dentro de ellos. Pues cada uno es felicidad, el mundo y sus circunstancias simplemente le añaden toppings.
  • Cada vez que hables mal a tu hijo recapacita y siente cómo te sentirías tú si alguien te hablara así. Si la respuesta no te convence, cambia tu tono y discurso. No te recrimines, pero proponte no reincidir.
  • Ten siempre presente que quieres a tus hijos por encima de todo. Regálales tu mejor versión.
  • El hogar familiar es sagrado. Respeta sus cimientos, las vivencias nacidas en él y las personas que lo llenan.
  • ¿Se te da bien bailar? Compártelo y baila con ellos, pon música a todo volumen y canta. La casa se inundará de buen rollo y energía positiva.
  • ¡tu hijo ha cometido un error!. siéntete feliz: es la única manera de aprender.
  • Los pequeños fracasos, decepciones, sinsabores y frustraciones son necesarios para los hijos, les ayudan a vivir experiencias que, de mayores, sabrán gestionar.
  • No intentes ser perfecto. Ni tener siempre la respuesta. Los hijos se sentirán acompañados por una montaña que, siendo alta y firme, también tiene mucho que aprender.
  • La paternidad concibe subidas y bajadas, no es línea recta, tampoco clara, y no es fácil. Pero el fruto que otorga es exclusivo y el único por el que estarías dispuesto a morir.
  • No midas a tu hijo por las notas, sino por su esfuerzo. Él respirará confortado y tú…. ¡descubrirás que normalmente irán aparejados!
  • No te equivoques: los hijos quieren portarse bien y hacer lo que a sus papás les complace y gusta. ¡Lo que ocurre es que son niños y hay que enseñarles las reglas del juego de la vida!
  • Transforma las situaciones negativas o duras que viva tu hijo en retos. Demuéstrale cómo ha sido capaz de superarlos. Estará triste, sí, pero saldrá reforzado.
  • Acepta a tu hijo como es y consigue, con todas tus fuerzas, que él así lo entienda y sienta. Habrá nacido una persona con una autoestima grandiosa y un amor al prójimo (y a su familia) contra todo pronóstico
  • y……  
Diles todos los días que les quieres, aunque parezca repetitivo es un mantra que les da la vida. 

jueves, 13 de julio de 2017

VESTIDOS, ALIMENTOS, PRÓTESIS…… LA IMPRESIÓN 3D QUE CAMBIARÁN LA PERCEPCIÓN DEL MUNDO




“3D. Imprimiendo el mundo”
Si queréis pasar una tarde divertida y aprender cómo el mundo está avanzando tecnológicamente con pasos de gigante no os perdáis la exposición de la Fundación Telefónica, con más de 100 piezas diseñadas por distintos artistas y productores que nos harán entender hacia dónde se dirigen los avances de la impresión 3D. Se abrió al público el 15 de junio. Estará hasta el 22 de octubre.
Un sala a oscuras (la exposición nos guía en la penumbra) nos da la bienvenida con varias impresoras 3D que nos quieren enseñar los pasos de la impresión tridimensional desde sus comienzos tímidos en los años 60.
El espacio con más efecto “uau” es el tercero. Se presentan muchos ejemplos en los que se ha aplicado esta nueva tecnología, modelos que ya se han realizado y que nos demuestran el inmenso potencial que tendrá estás técnicas novedosas en un futuro (más próximo que lejano). Sillas, esculturas, productos listos para su uso, prótesis, vestidos, manifestaciones artísticas…. Un mundo realmente ignoto que dará muchas sorpresas y que -sin remisión- unirá la ciencia, la medicina, con la tecnología aplicada, las matemáticas e ingeniería (STEM), para desarrollar un mundo mejor. Como dice la nota de prensa de la Fundación Telefónica, “(…) ¿qué capacidad transformadora tiene esta tecnología en los procesos productivos, en la relación del individuo con los objetos y en la sociedad en general?”
 
En la última sala se presentan vídeos con menús cocinados con impresoras 3D. En 2016 abrió en Londres el primer restaurante con comida 3D. Grandes expectativas que nos generarán nuevas experiencias sensoriales, nuevas aproximaciones a conceptos tan antiguos como la alimentación. Un nuevo debate ya ha comenzado. Descubriréis también los pasos de la impresión 4D, con la capacidad modificatoria insertada en el “código genético” de los propios productos. JustMake fue pionera en 2012 en la presentación de alimentos impresos en 3D en una feria de alimentación. Pero la propuesta de 3Dfood no finaliza ahí, también tenemos Food Ink, rotando por Europa desde que se constituyó como restaurante itinerante en  2016.
 
Si queréis profundizar sobre los temas sugeridos en la exhibición, podéis adquirir el servicio de audioguía (1,5€) que la podrás instalar en tu dispositivo móvil o tableta.
Os recomiendo, antes o después de la exposición, que os aprovechéis  de una experiencia de realidad virtual (está en la misma planta que la exposición). Hay que solicitar antes las entradas (gratuitas) en la web de la Fundación Telefónica